Todas hemos tenido buenas y malas experiencias utilizando pantys. Algunos nos duran mucho tiempo, y otros a la primera puesta ya se han roto. Lo cierto es que los pantys son prendas muy delicadas, con tejidos finos y muy susceptibles a romperse. Sin embargo, muchos de estos accidentes se pueden evitar si sabes cuidarlos o utilizarlos de la manera correcta.
Desde cómo lavarlos, hasta la manera en cómo colocarlos, hay muchos trucos que puedes aplicar para que tus pantys te duren el mayor tiempo posible. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para que sepas cómo alargar su vida útil.
Por medidas de higiene, las medias deben ser lavadas tantas veces como las uses.
Si las lavas a máquina, siempre en un programa para prendas delicadas y puedes utilizar tu detergente y suavizante habitual, pero es imprescindible que las laves dentro de un saquito para prendas delicadas que las proteja de los enganchones, otras prendas de ropa o de la misma máquina de lavar.
Y si las puedes lavar a mano, ¡mejor aún!, así corres menos riesgos de que la prenda se maltrate. Eso sí, asegúrate de no tener nada que pueda engancharse al tejido, como anillos, pulseras, u objetos con aristas.
Aclara las medias con agua lo suficiente para eliminar todo el jabón, y envuélvelas en una toalla para secar todo el exceso, pero nunca las exprimas o retuerzas, debes tratarlas con la mayor delicadeza posible. Finalmente, déjalas secar en algún sitio que no tenga contacto directo con el sol, ni las acerques a radiadores. Puedes tenderlas, pero no las sujetes con pinzas en las partes más delicadas del tejido para que no se deformen. Mejor es que lo hagas por la cinturilla o la puntera.
Siempre que laves los pantys en lavadora, debes hacerlo en un saquito de lavado.
Todas sabemos que las peores enemigas de las medias son las roturas y las carreras, y aunque para evitar estos accidentes nuestros pantys están elaborados con los materiales de la más alta calidad, siempre debemos ser precavidas y evitar todo descuido que pueda ocasionar una rotura. Las uñas muy puntiagudas, las manos muy ásperas o una manicura descuidada pueden fácilmente romper una media o contraer los hilos, sobre todo de los tejidos más finos.
Por eso, es preferible que evites coger las medias con las manos hasta que no las tengas en las condiciones adecuadas. Asegúrate de que tus uñas estén bien limadas, tanto de las manos como de los pies, y a la hora de ponerte el panty, evita clavar las uñas y cógelo siempre con las yemas de los dedos. Otro truco infalible es aplicar crema hidratante en las manos para suavizarlas y no provocar ningún enganche.
Un calzado que en su interior no se encuentre en buenas condiciones puede ocasionar roturas, y las cremalleras de las botas pueden pellizcar el tejido y romperlo, así que debes ser cuidadosa al momento de colocártelas. Y si vas a utilizar tacones cerrados, elige un panty con puntera reforzada, ya que, al ejercer mucha presión sobre la punta del pie, las medias tienden a romperse.
También debes evitar estar cerca de objetos con bordes afilados como mesas y sillas, que puedan ocasionar una carrera.
Por último, es indispensable que siempre compres la talla correcta. A veces, con el afán de vernos más delgadas podemos elegir un panty demasiado ajustado, y como los tejidos no aguantan tanta presión, las probabilidades de que la prenda se rompa son muy altas.
A partir de una rotura casi siempre se hace una carrera.
Pero si lo peor ya ha pasado, y tu panty se rompió, ¡todavía hay esperanza! No tienes que deshacerte de ellos si la rotura es pequeña y disimulable, el clásico truco del esmalte de uñas puede salvarlo. Si aplicas laca o esmalte transparente sobre el hueco y lo dejas secar, podrás seguir utilizando tus medias. Eso sí, tendrás que ser el doble de cuidadosa al colocártelas para no forzar más la zona dañada.
Las pequeñas roturas y carreras se pueden reparar con esmalte de uñas.
Los famosos enganchones son los segundos peores enemigos de nuestros pantys y pueden hacer que los tejidos se retraigan y los hilos se salgan. Las manos ásperas muchas veces son las culpables de estos accidentes, igual que los objetos con aristas, pero también debes ser muy cuidadosa al estar en contacto con ciertas superficies, como un asiento defectuoso o irregular, porque puede enganchar el tejido.
Lo bueno es que, si una media no se rompe al engancharse, y solamente se contraen los hilos, vas a poder repararla fácilmente. Sólo tienes que estirar con suavidad los puntos encogidos del tejido hasta que vuelvan a su estado original y ¡listo!.
Los enganchones hacen que los hilos del tejido se retraigan.
Como dice el dicho: más vale prevenir que lamentar. Siempre que puedas hacerlo, y sobre todo si los pantys son de tejidos finos y delicados, compra dos en lugar de uno, en caso de que se rompa y necesites cambiarlo. Y si no lo llegaras a necesitar, no te preocupes, nunca está demás tener un panty de repuesto y ocasiones no te faltarán para utilizarlos.
Aunque parezca mentira, uno de los errores más grandes que cometemos y que puede ocasionar que una media se rompa, es colocarlas de manera incorrecta. Sí, tal como lo oyes, puede que te hayas estado poniendo mal las medias todo este tiempo, pero tranquila, aquí te enseñamos cómo hacerlo bien:
Primero, enrolla el panty hasta la puntera, luego introduce el pie estirado y ve desenrollándolo con mucho cuidado hasta pasar el talón. Nunca te las coloques sin antes haberlas enrollado, ni tires hacia arriba con mucha fuerza.
Apoya siempre bien el pie sobre el suelo, y poco a poco, ve subiendo el panty por el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y el muslo. Hazlo de manera que el tejido quede uniforme y estirado.
Por último, sujeta el panty con firmeza con la yema de los dedos para no romperlo, y deslízalo suavemente sobre la cadera.
Si al tener los pantys puestos notas que se te bajan un poco, no cometas el error de clavar los dedos y las uñas para subirlos a tirones. Es preferible que humedezcas con agua tus manos, y que coloques las palmas abiertas a cada lado de tus piernas, por debajo de las pantorrillas. Presiona suavemente y ve deslizando la mano hasta la rodilla, y de la rodilla hasta la cadera repite el mismo procedimiento. Así, habrás conseguido subir tus medias sin necesidad de maltratarlas.
Y para quitarte los pantys debes hacer lo mismo que hiciste para ponértelos, pero a la inversa: enróllalo con mucho cuidado hasta llegar al tobillo, luego introduce el pulgar entre la media y la pierna, y deslízala sobre el talón hasta la puntera.
Y no olvides que, para guardarlos, no deben quedar enrollados y arrugados. Devuélvelo a su forma original, y pliégalo sin apretar demasiado, procurando que no queden en contacto con prendas que puedan engancharlos como velcro, cremalleras o lentejuelas.
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